I DOMINGO de ADVIENTO

Del Evangelio de Marcos 13, 33-3
Estad atentos y vigilad, porque ignoráis cuándo será el momento. Al igual que un hombre que se ausenta: deja su casa, da atribuciones a sus siervos, a cada uno su trabajo, y ordena al portero que vele; velad, por tanto, ya que no sabéis cuándo viene el dueño de la casa, si al atardecer, o a media noche, o al cantar del gallo, o de madrugada. No sea que llegue de improviso y os encuentre dormidos. Lo que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad! 
Orar en Domingo:
- Adviento: Vigilia en la Noche, una gran Esperanza, por XP
- Cargados de esperanza!, por Javier Leoz
- Dios nos espera, por Fray Marcos
- La casa de Jesús, por JAP
- Adviento, tiempo de esperanza, por Ángel Moreno de Buenafuente
- Todo está ahí: despertad a la no-dualidad, por Enrique Martínez Lozano
- Palabra de Dios: despierta!, por José Enrique Ruiz de Galarreta sj
- Vigilad mi arcilla, por José María Maruri sj
- Manténganse ustedes despiertos y vigilantes, por Hermann Rodríguez Osorio sj