-Señor, tú me sondeas y me conoces, todas mis sendas te son familiares.
-Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío.
-Tú me conoces, sabes de mi debilidad, ayúdame.
-Señor mío y Dios mío, ya no vivo yo, eres tú quien vive en mí.
-Derriba las murallas de mi corazón.
-Eres mi vara y mi cayado, contigo a mi lado no vacilaré.
-¿Hasta cuándo andaré con el corazón apenado? Confío en ti, Señor.
-Que conviva contigo para moverme a más amar.
-Ayúdame a comprender tus caminos y dónde, a veces, te escondes.-De ti, mi corazón ha dicho: busca mi rostro, y yo Señor, tu rostro buscaré, no me escondas tu rostro.
-Haz que mi corazón se haga tan transparente como el tuyo.
-Nunca te abandonaré.
-Háblame, que aunque mi oído esté cerrado tu palabra llegue a mi corazón.
-Que tu gracia ilumine el camino para llegar a ti.
-Que no se endurezca mi corazón.
-Soy tu pequeño.