DOMINGO XXXII del TIEMPO ORDINARIO

Del Evangelio de Mateo 25, 1-13
Entonces el Reino de los Cielos será semejante a diez doncellas, que, con su lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio. Cinco de ellas eran necias, y cinco prudentes. Las necias, en efecto, al tomar sus lámparas, no se proveyeron de aceite; las prudentes, en cambio, junto con sus lámparas tomaron aceite en las alcuzas. Como el novio tardara, se adormilaron todas y se durmieron. Mas a media noche se oyó un grito: "¡Ya está aquí el novio! ¡Salid a su encuentro!". Entonces todas aquellas doncellas se levantaron y arreglaron sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: "Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan". Pero las prudentes replicaron: "No, no sea que no alcance para nosotras y para vosotras; es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis". Mientras iban a comprarlo, llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de boda, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras doncellas diciendo: "¡Señor, señor, ábrenos!". Pero él respondió: "En verdad os digo que no os conozco". Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora.
Orar en Domingo:
- Dios tiene su horario, por José María Maruri sj
- La gloria está en servir, por Fray Marcos
- Ser precavidos y prevenidos, por Javier Leoz
- Encender una fe gastada, por JAP
- No saben ni el día ni la hora, por Hermann Rodríguez Osorio sj
- De la inconsciencia a la luz, por Enrique Martínez Lozano
- Despierta, que estás dormido, por José Enrique Ruiz de Galarreta
- Trompeta de Dios: descenderá del cielo, por XP