Después del encuentro de Aurora con la CVX Madre de Dios de Jerez de ayer tarde y el posterior paseo nocturno, esta mañana ella quiso celebrar también la Eucaristía dominical con toda la comunidad parroquial y poder vivir así la implicación directa de algunos miembros de la Comunidad, junto con otros parroquianos, en la organización de la celebración en el coro, catequesis de primera comunión y postcomunión, cáritas, el blog parroquial, etc.
Esta Eucaristía,
presidida por su párroco Marcelino Sánchez SJ, Asistente de la CVX, intenta integrar
a los niños, jóvenes y mayores haciéndola más participativa, entre otras cosas,
con la lectura al unísono del salmo y posterior repetición de las frases y
palabras que resuenan; con la ayuda de un power
point en la homilía, que con imágenes y textos sencillos destaca las
principales ideas de las lecturas del día; y el reparto de libros con la
plegaria eucarística y el cancionero.
Hoy además, con motivo de la celebración por la incorporación de la Comunidad Madre de Dios al Cuerpo de la CVX, Manuel Jesús leyó unas palabras para hacer partícipe a toda la parroquia de este momento de gracia de la Comunidad recordando y haciendo presentes a los jesuitas que la promovieron y a aquellos que han acompañado su definición del Comité CVX-Andalucía y Canarias, representados por Jose Antonio y del Comité CVX-España, por Aurora.
Hoy además, con motivo de la celebración por la incorporación de la Comunidad Madre de Dios al Cuerpo de la CVX, Manuel Jesús leyó unas palabras para hacer partícipe a toda la parroquia de este momento de gracia de la Comunidad recordando y haciendo presentes a los jesuitas que la promovieron y a aquellos que han acompañado su definición del Comité CVX-Andalucía y Canarias, representados por Jose Antonio y del Comité CVX-España, por Aurora.
Igualmente
en la acción de gracias Loli, recogiendo el sentimiento de toda la Comunidad, presentó
al Señor los sueños y deseos de este grupo para que Él ayude a llevarlos a cabo
según su voluntad dando gracias por ser enviados como discípulos suyos y como
Comunidad de Vida Cristiana.
Tras la celebración de la
palabra, se volvieron a encontrar con Aurora en el salón parroquial para seguir
intercambiando experiencias y vivencias con una comida compartida con la
compañía de sus benjamines y abuelos, que sirvió de despedida dando muchas
gracias a Dios por este fin de semana de encuentro y sentimiento de universalidad.