Cómo vivo mi FE


“Me piden que comparta (en la eucaristía de familias del domingo) en 3 minutos “cómo vivo mi fe”.

Según me dicen “es fácil”... Me pongo delante de Ti, Señor. Llevo ya mucho tiempo intentando decirte “SÍ”, como María, intentando seguirte, no sin tropezar...

Recuerdo cuando decíamos “Integrar FE y VIDA”... Hoy te doy gracias Padre: mi FE no es un compartimento más, mi VIDA se impregna de Tu Palabra, quiero pasarla por el filtro del Evangelio. Mi vida es “corriente”, como la mayoría de las vidas: soy mujer-madre-esposa-trabajadora-amiga-hija-hermana-nuera... Intento en las prisas de cada día vivir lo rutinario como si fuera “extraordinario”, con una mirada nueva.

Muchas veces los horarios, las obligaciones, las tareas que tengo entre manos, me ahogan y agobian mucho; a veces incluso me entristecen... Pero al día siguiente me das una nueva oportunidad: y vuelvo a ofrecerte lo que soy, mi día, mis tareas, mi trabajo... Me paro con los que encuentro en el camino; pongo cuidado en tener cada día un guiño con quien elegí compartir la vida; cuando miro a los ojos a mis niños aprendo a descubrir todo lo que me amas y todo lo que me has regalado.

Cada día dedicar un ratito a ser consciente de Tu Presencia: caminas junto a mí, nunca me abandonas. Cada día serte agradecida. Cada día pedirte que perdones:

-mi ceguera al no reconocerte en el prójimo, en lo pequeño y humilde;
-mi falta de compromiso en la construcción de Tu Reino al dejarme llevar por la desesperanza, la impaciencia,...

Al final ha sido fácil contarlo, pero no me es fácil vivirlo, así que no camino sola y me dejo acompañar, arropar, interpelar...por otros que también te dicen “SÍ”, por mi querida comunidad CVX especialmente, y por los que venimos a esta eucaristía.”

Tere, CVX-Gran Canaria