Del Evangelio de Juan 20, 19-23
Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. En esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
- Paz a vosotros.
Y diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús les repitió:
- Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:
- Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.
Orar en Domingo:
- Meditar sobre el espíritu ante un Cristo yacente, por José María Maruri sj
- Dios-espíritu-Jesús, por Fray Marcos
- Pentecostés, una plaza abierta al fuego de Dios con partos, medos y elamitas, por XP
- ¡O sí! ¡O no!, por Javier Leoz
- Invocación, por JAP
- ¿No lo ves?, por Enrique Martínez Lozano
- Paz a ustedes, por Hermánn Rodríguez Osorio sj
- Sentimos el viento de Dios, por José Enrique Ruiz de Galarreta sj