IV DOMINGO de PASCUA

Del Evangelio de Juan 10, 1-16

Dijo Jesús a los fariseos:

- Os aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. A éste le abre el guarda y las ovejas atienden su voz, y él va llamando por su nombre a las ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz; a un extraño no le seguirán, porque no conocen la voz de los extraños.

Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús:

- Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos, pero las ovejas no les escucharon. Yo soy la puerta; quien entre por mí se salvará, y podrá entrar y salir y encontrará pastos.

El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida, y la tengan abundante.

Orar en Domingo:

- Jesús nos libra de toda institución opresora, por Fray Marcos

- Jesús, puerta de libertad, por XP

- La puerta, por JAP

- Dios nos necesita a cada uno de nosotros, por José María Maruri sj

- Una puerta siempre abierta, por Enrique Martínez Lozano

- Yo soy la puerta, por Hermann Rodríguez Osorio sj

- Jesús, puerta de Dios, por José Enrique Ruiz de Galarreta sj