Acogida y diálogo entre musulmanes y cristianos


La Comisión Mixta de los Obispos de Francia, España y el Magreb se reunieron en Túnez a propósito de la acogida a los emigrantes y el diálogo con el Islam, donde se hicieron presentes a través de Mons. D. Juan Jose Omella, Obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño que acudió en nombre de la Comisión Episcopal de Migraciones.
De esa reunión salió el siguiente documento:

"ALIMENTAR LA ESPERANZA”

Acogida a los emigrantes y el diálogo entre musulmanes y cristianos"

Del 2 al 4 de mayo de 2011 se ha celebrado Túnez una reunión de obispos de Francia, España y el Magreb. Acogidos cordialmente por el obispo Maroun Lahham, arzobispo de Túnez, esta reunión de la llamada "Comisión Mixta" tenía la intención de tratar sobre la acogida de los migrantes y hacer un balance del diálogo cristiano-musulmán en sus comunidades eclesiales.

En estos tiempos en que vivimos, el Magreb y otros países árabes están experimentando importantes reivindicaciones relativas a la dignidad humana, la libertad, la justicia y el deseo de la verdadera democracia. Los obispos se ha hecho cargo de las repercusiones políticas y sociales que estos hechos provocaron en muchos países sorprendidos por estos rápidos cambios. En cuanto a Libia, apoyan las acciones del Papa Benedicto XVI y del arzobispo Giovanni Martinelli, vicario apostólico de Trípoli, la prioridad del diálogo político: nadie puede controlar las consecuencias de la intervención armada que golpean a las víctimas inocentes.

En cuanto a la cuestión crucial de los migrantes, los obispos constatan que Europa busca sobre todo aplicar una protección drástica que no siempre va en el sentido de la justicia, y a menudo se convierte en una fuente de exclusión y discriminación.

El Magreb es el punto de tránsito de los inmigrantes provenientes de África subsahariana y las Iglesias son testigos de los dramas de los hombres y mujeres que dejan su país y ellas mismas que están haciendo importantes esfuerzos para darles acogida y apoyo.

En estas personas es notable, dentro de su angustia, la fuerza humana y espiritual que les empuja en su trashumancia y que, por desgracia, a menudo se convierte en un calvario. Es necesario ponerse a su escucha y ayudar a cambiar la mirada, y ser más exigentes en las cuestiones de la justicia y la solidaridad con estos hermanos y hermanas en el extranjero que llaman a nuestra puerta.

En el delicado tema de la migración, no se puede llegar fácilmente al encuentro de dos actitudes: la de muchos políticos que quieren asegurar primero la seguridad y la protección de sus ciudadanos, frecuentemente por razones electoralistas, y el de la de los discípulos del Evangelio, que con el riesgo de ser acusados de ingenuidad, quieren servir a todo el pueblo y defender su dignidad, incluso si son clandestinos e indocumentados. Estas dos actitudes se podrían conjugarse si el dinero gastado para proteger las fronteras sirviera para desarrollar la independencia alimentaria de los países de origen de los inmigrantes y si se pusieran los medios para garantizar una vida digna para todos los ciudadanos. Entonces no tendrían que partir arriesgando sus vidas Durante décadas, los Papas no dejan de decirlo , ¿cómo no repetirlo con ellos ?

En cuanto a los esfuerzos para avanzar en el diálogo entre cristianos y musulmanes, los obispos están entre la alegría de ver en marcha iniciativas alentadoras en el seno de sus diócesis y el dolor por las resistencias amplificadas por el miedo y el desconocimiento mutuo en todos los países de mayoría cristiana o musulmana. Algunas corrientes fundamentalistas no hacen más que reforzar estos temores.

Se debe dar prioridad al encuentro entre personas de horizontes diferentes, que a menudo da lugar a un intercambio más verdadero y más espiritual. La convivencia del día a día, sigue siendo el mejor terreno para un diálogo siempre es necesario. Los Obispos apoyan cualquier iniciativa en este ámbito.

Hacemos hincapié en la fecundidad y la necesidad de estos trabajos regulares entre las Iglesias de las dos orillas del Mediterráneo: Ellas s alientan la esperanza).

Túnez, 04 de mayo 2011

Los obispos de la Comisión Mixta del Mediterráneo y el Magreb-Europa:

Mons. Ghaleb Bader, Arzobispo de Argel, Argelia

Mons. Paul Desforges, obispo de Hipona-Argelia Constantino,

Mons. Obispo Francis Garnier, Arzobispo de Cambrai, Francia

Mons. Georges Alphonse - El Obispo de Orán, Argelia

Mons. Maroun Lahham, arzobispo de Túnez, Túnez

Mons. Vincent Landel, Arzobispo de Rabat, Marruecos

Mons. Juan José Omella, obispo de Calahorra y La Calzada-Logono, España

Mons. Georges Pontier, arzobispo de Marsella, Francia

Mons. Claude Rault, obispo de Laghouat-Gardhaïa, Argelia

Mons. Michel Santia, obispo de Créteil, Francia

Mons. Obispo Schockert Claude, obispo de Belfort-Montbéliard, Francia

Mons. Marc Stenger, obispo de Troyes, Francia

P. FARRUGIA , Daniel, Vicario General de Trípoli, Libia

y los colaboradores en la Conferencia de Obispos de Francia :

P. Bernardo Fontaine, director nacional del Departamento de Cuidado Pastoral de los Migrantes,

P. Jean Forgeat, director adjunto de la Misión Nacional de la Iglesia Universal,

P. Christophe Roucou, director del Servicio Nacional de Relaciones con el Islam