Una breve REFLEXIÓN sobre el ACOMPAÑAMIENTO

Este fin de semana he tenido la oportunidad de vivir una experiencia muy deseada y esperada por mí durante algún tiempo… y finalmente llegó en un lugar que jamás imaginé estar, un taller de formación sobre el acompañamiento espiritual.

Ha sido un regalo de Dios y una manifestación clara de que el Señor nos llama a la misión, a una misión concreta e individual derramando su gracia y sus dones para que seamos y nos sintamos capaces de llevarla a cabo en la Construcción del Reino.

Esta vocación concreta de acompañar a otras personas en su camino de crecimiento personal y espiritual, entraña la conciencia y el caer en la cuenta de que estamos siempre en camino, que como Jesús, tenemos que vivir y acoger la VIDA, con lo que ello conlleva en cada momento, con los momentos buenos dando gracias por vivirlos y con los momentos de cruz, que nos enseñan a estar más cerca de Dios, a conocer el significado de la entrega y del amor universal más profundo.

El poder estar presente en este taller me hace ser consciente de que vivir la VIDA, con mayúsculas, es buscar herramientas que nos ayuden a descubrir donde está Dios presente, en cada situación, persona, lugar, etc., es ponernos a tiro y escuchar por donde el Señor nos está llamando, es desear decirle que sí y hacer las cosas como si dependieran de nosotros pero sabiendo que dependen de Dios, es querer caminar y pedir la fortaleza para ponerle rostro y nombre a aquellas cosas que acontecen en nuestra vida y ordenarlas para que nos construyan como personas y como hijos de Dios, es atreverse a dar pasos en lo desconocido, es confiar en que las personas son rostro de Dios, en definitiva, es vivir queriendo caminar viendo en cada paso la oportunidad de alabar, hacer reverencia y servir más a Dios.

Quiero desear vivir de esta manera, sintiéndome acompañada por los hermanos en lo cotidiano y por Dios en todas las cosas.

Os animo a desear seguir a Jesús y así poder descubrir lo apasionante de vivirlo de cerca, sentir que vivimos la vida con intensidad, siendo protagonistas de nuestra propia historia y no espectadores de ella.

Gracias a quienes han sido instrumento para que estas palabras hayan podido ser escritas y expresar el deseo de tener un estilo de vida con deseos de semejanza al estilo de Jesús.

Ana Hurtado, CVX-Tenerife

(Publicada en la web de la Red Ignaciana de Canarias Anchieta el 21 de marzo de 2011 http://www.redanchieta.org/)