Homilía de Chencho en su despedida


1º.- Sentimiento de gratitud


Tal vez tendría que empezar pidiendo perdón por mis fallos, pero mi sentimiento dominante en estos momentos es de gratitud. “Gracias a la vida que me ha dado tanto” canta Joan Baéz, otros dirán al destino, o al azar o… Yo doy gracias a Dios que no es para mí el gran físico que otros buscan ni el gran arquitecto de un gran edificio al que le han salido gotera, sino el Misterio de la vida “en quien vivimos, nos movemos y existimos” y que he encontrado en Cristo un modo de vislumbrar a ese Dios y de servir a los hombres. Nada mejor que una Eucaristía para celebrar esta acción de gracias por el servicio de estos años entre vosotros y con vosotros


2º.- Nombramiento: momento



  • Tengo que agradecer a la Compañía de Jesús el que me diera esta misión, con el beneplácito del Comité de CVX-E de entonces. Era el año 2001, septiembre, Madrid, recién aterrizado de Salamanca (¡mi Salamanca!) con 19 años en ella, bien insertado apostólicamente y socialmente; y de ellos 16 tratando de formar a los jóvenes jesuitas (los que llamamos juniores); pues bien a la Compañía aún le parecieron pocos y entendieron que todavía estaba en el momento propicio para continuar en la formación, pero ahora con los teólogos, ¡y en Madrid! El 17 de septiembre de 2001, día de mi cumpleaños, ya en Madrid y en mi nueva casa me leían, de parte del P. General, la patente (nombramiento) como superior de los teólogos. Un destino que acepté y asumí como expresión de mi voto de obediencia, aunque las apetencias no eran exageradas.


  • Pocos días habían pasado, pues recuerdo que mi habitación todavía no había adquirido el orden debido y, por supuesto, mi cabeza y corazón se esforzaban por alejarse de Salamanca, y hacerse con la nueva misión efectiva y afectivamente, como pide S.Ignacio en la contemplación para alcanzar amor, cuando recibo la visita del Provincial de España, de quien había empezado a depender, proponiéndome la Asistencia de CVX-E. y advirtiéndome que lo veía con suficiente claridad. Nada nuevo para mí CVX ni por falta de conocimiento ni por falta de cariño pues por todos los sitios que había pasado procuré ayudar a su fundación, clarificación o impulso, la última en Salamanca. Otro recadito, pues, que no esperaba y menos en este momento de adaptación; al bueno del Provincial lo mantuve en espera tres meses, y en enero de 2002 le daba el si quiero, y el 25 de Marzo, en Salamanca precisamente, en un encuentro de la Coordinadora de Castilla, me leían el nombramiento de Asistente CVX-E. Ocho años con algunos meses de propina. Ocho años de gracia, con propina

3º. Los motivos de la acción de Gracias



  • He señalado anteriormente que agradezco a la Compañía el haberme ofrecido a CVX para ser Asistente de España; pues bien esto me ha dado ocasión de conocer a bastantes de vosotros que os habéis tomado en serio vuestra consagración bautismal vivida al modo de ignaciano, son muchos los rostros y vidas que llevo en mi corazón. Os estoy agradecido porque vuestro testimonio me ha ayudado a valorar y estimar más en la vocación laical, a la vez que estimulo para mi vocación de jesuita. Me he sentido acogido, me habéis regalado de de vuestra amistad debido no tanto por mi persona, que también, cuanto en base a mi condición de jesuita y asistente. Mi agradecimiento también a los asistentes regionales especialmente, pero también a los locales

.- Algunas gracias particulares:





      • Confirmación profundizada de lo que siempre he pensado y de algún modo perseguido: el traje de la espiritualidad ignaciana (el modo ignaciano de seguir a Jesús) le sienta bien a la vida laical, es una buena brújula para buscar y hallar la voluntad de Dios entre los trajines nada fáciles de vuestra vida: familiar, profesional, social…ámbitos de vuestra misión. Ahí os quiere ver la Iglesia, al modo ignaciano buscando, discerniendo




      • Mi presencia en el Comité. En los tres, el que me acogió a su mesa de trabajo, el primero, en el que escuché mucho y hablé poco y por eso aprendí algo, en el segundo al que destaco por su largura e intensidad: mucho trabajo, muchas reuniones a veces no fáciles de encontrar el consenso, mucha amistad, mucho discernimiento, mucho discurrir por la España plural, muchos productos que salieron del “fábrica” del comité ¿demasiados? Es posible, pero reconocedme que es un trabajo que ahorramos al de ahora, para que se dedique a un proceso de asimilación, mejora y puesta en práctica continuada. Y el actual con el que he estado desde Santiago hasta ahora, no es acepción de personas, pero permitidme una debilidad: me hace ilusión y me da seguridad que el comité actual esté presidido por Alfonso Salgado a quien allá en Salamanca le puse en el conocimiento de la senda ignaciana, por los ejercicios.




      • La Experiencia de los Ejercicios completos en tres momentos, en retiro. Han sido 29 los que los han hecho. Me esforcé desde el primer momento de poner en práctica esta formula de la Norma 3 de las Normas Generales porque parto de una convicción: ya podemos hablar de vocación particular y de seguimiento a Jesús al modo ignaciano y de discernimiento si no tenemos la experiencia de los ejercicios no nos jalamos de lo que va esto. Son nuestro instrumento específico para estar en la construcción de Reino. Sin el espíritu de los ejercicios seremos otra cosa, pero no CVX. Doy gracias por haber ayudado a CVX-E, con otr@s a explorar esta formula. Pediré al Señor por su continuidad. Y esta experiencia en particular, no es sino expresión de la estima que he encontrado en CVX por los Ejercicios.




      • Experiencia universal de ser una única comunidad mundial, especialmente en las dos asambleas mundiales a las que he asistido: Nairobi y Fátima juntamente con Itaici que, aunque no asistí, es mi preferida. Siempre me he apoyado en ellas para mi trabajo porque, entre otras cosas, creo que en ellas el Espíritu se muestra generoso señalándonos lo que “aquí y ahora” nos corresponde hacer en la construcción de su reino. Nunca olvidaré las llamadas de estas asambleas así como la experiencia de universalidad que tuve en ellas.

5º.- Algunos ruegos


· Sois cuerpo apostólico…laical, no jesuítico, para la misión. Fue el gran mensaje de Nairobi que a mi me marcó bastante, pensé, dialogué y algo he escrito sobre ello, tal vez ahora corregiría alguna cosa; no obstante, me atrevo a afirmar que tendréis futuro si funcionáis como cuerpo, de lo contrario me temo que quedéis reducidos a comunidades más o menos piadosas unas, comprometidas otras, o ambas cosas, pero atomizadas, ensimismadas, inconexas y con la fecha de caducidad que marque la biología. Por eso os ruego que no dejéis de buscar el modo de funcionar como cuerpo, sin demasiados ropajes, ligero, que sea ayuda para la misión y no carga, como corresponde a un cuerpo laical, y con gente disponible para prestar el servicio de interaccionar el cuerpo, no somos comunidades de base, aunque estemos en la base, ni un movimiento, aunque nos movamos. Sois cuerpo apostólico.


· La relación y colaboración con la Compañía de Jesús. Nos conviene, les conviene, está incluido en el paquete de vuestro carisma: por origen, por historia, por tradición… Pues bien al hacer balance de este punto me complace reconocer que a lo largo de estos años la situación es de mejoría manifiesta, por ambas partes, aunque también debe ser manifiestamente mejorable. Somos dos cuerpos que se necesitan por su complementariedad.


· “Pobres y doctos”, así definió el Papa a los primeros jesuitas, vosotros no sois jesuitas, pero en el carisma ignaciano si va incluido el rigor, la profundización, la solidez, el Magis, y al cristiano adulto le pide S. Pedro “que dé razones de su esperanza”. Sé de la sinceridad de vuestras vivencias, de vuestra experiencia cristiana especialmente vivida en los ejercicios. Os invito a que a la vivencia del corazón le acompañe la cabeza que piensa, se forma, razona, lee, se instruye consolidando de esta manera la vivencia. ¿haced falta argumentar más esta necesidad en un mundo multiétnico y multireligioso y cada vez más complejo? El Diccicionario de la Lengua ha admitido el término cultureta, pues os deseo que aumentéis la cultureta religiosa que vaya más allá de de la mera información de titular y con frecuencia tendenciosa. “Instruidos y compasivos” pide la última Congregación XXXV a los jesuitas, una petición que yo hago extensiva a los miembros de CVX.


Me despido con un hasta luego, al menos tened la seguridad que vuestras vidas y personas serán con frecuencia motivo de “distracción” en mis encuentros con el Señor.


Inocencio Martín sj