Queridos amigos de comunidad:
Os escribo estas sencillas líneas desde la creciente comunidad de Córdoba. Con mucha alegría e ilusión estamos dando pasos que nos unen cada vez más, no sólo sobre el papel, sino también en el sentir, a la comunidad mundial. Precisamente de algo de esto quería hablaros.
Pero, antes de nada me presento brevemente: soy Moisés López, orientador de un colegio religioso en Córdoba y miembro de la comunidad de Córdoba desde hace tres años. Además, durante este curso, en la celebración conjunta de Sevilla y Córdoba del día mundial de CVX, realicé, junto a mi esposa Rosa, el compromiso temporal.
Os contaba, que vamos creciendo y tomando decisiones. Aunque la comunidad de Córdoba existe desde hace muchos años, hace tres que nos incorporamos un buen grupo, pasando de tres a nueve miembros. Durante este tiempo nos hemos acercado a la espiritualidad ignaciana, a los principios generales de la CVX, documentos básicos como la asamblea mundial de ITAICI, además de realizar una iniciación a los EE.EE. ignacianos.
Dentro de este camino, y habiendo sentado ya las bases con la ayuda de nuestro asistente José Mª Margenat SJ, nos surgió la duda de por dónde seguir creciendo. De esta forma, se dieron los pasos oportunos para que José Antonio Suffo, agente de formación del comité regional de CVX-Andalucía y Canarias, nos visitara e informara del plan de formación. Esta reunión tuvo lugar en Córdoba, el domingo 6 de junio.
Comenzamos poniendo todo nuestro trabajo en manos del Espíritu. Luego, José Antonio expuso con mucha claridad qué era el Plan de Formación: sus etapas, los elementos clave, los medios con los que contar, el modo de crecer en el sentido de pertenencia, la importancia que tiene la vida comunitaria, qué sendas seguir para hacerla realidad,… Fueron sucediéndose las explicaciones con los comentarios y las preguntas que no dejaban de brotar. La abundante experiencia de la comunidad de Sevilla que nos transmitió nos ayudó a aclarar conceptos, a descubrir otros, y a profundizar en todo. En conclusión, la reunión nos ha planteado una nueva línea de trabajo que bien podría convertirse en un camino a recorrer en los próximos años.
Tras más de tres horas de reunión, interrumpidas por una sencilla pero reconstituyente merienda, todos dimos gracias a Dios:
- porque esta reunión llegaba en un momento muy adecuado a nuestra comunidad que desea crecer.
- por la disponibilidad de José Antonio, que nos transmitió fuerza e ilusión por continuar,
- y por haber puesto en nuestro camino a la CVX, en la que cada vez más nos sentimos más en comunidad mundial.
Seguiremos en contacto.
Un fuerte abrazo.
Moisés López, CVX-Córdoba