DOMINGO XIII del TIEMPO ORDINARIO

Del Evangelio de LUCAS
Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino, entraron en una aldea de Samaría para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron:
- Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?

Él se volvió y les regañó. Y se marcharon a otra aldea.
Mientras iban de camino le dijo uno:

- Te seguiré a donde vayas.

Jesús le respondió:

- Las zorras tienen madriguera y los pájaros, nido, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza.
A otro le dijo:
- Sígueme.

Él respondió:
- Déjame primero ir a enterrar a mi padre.

Le contestó:
- Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios.

Otro le dijo:

- Te seguiré, Señor, pero déjame primero despedirme de mi familia.
Jesús le contestó:

- El que echa la mano al arado y sigue mirando atrás. no vale para el Reino de Dios.
Orar en Domingo:
- ¿En qué te puedo echar una manos, Señor?, por José María Maruri sj
- ¿Y si no nos reciben?, por Javier Leoz
- Sin instalarse ni mirar atrás, por JAP
- Jesús es exigente, pero no intransigente con el que no sigue, por Fray Marcos
- El que pierde, gana, por Enrique Martínez Lozano
- La exigencia del reino, por José Enrique Galarreta sj