El pasado 17 de Abril, la comunidad de Granada, teníamos planificado irnos de “excursión” a hacer una ruta por las faldas de Sierra Nevada, con la mala suerte de que nos asaltara el mal tiempo, que finalmente nos llevó a tener que buscar una alternativa para la convivencia de un día para otro. En esta coyuntura, Darío y su familia, nos ofrecieron muy generosamente la casa de campo que tienen en Padul, un pueblo cercano a Granada.Ni cortos ni perezosos, encargamos la comida y nos presentamos allí prácticamente toda la comunidad. La madre de Darío, Carmen, nos deleitó con una exquisita tortilla de patatas y un guacamol casero delicioso… ¡Muchas gracias!
El rato fue muy agradable para compartir en un ambiente muy distendido, paseando bajo la lluvia por el jardín de la casa, visitando los animales de la casa…gallinas, perdices…y disfrutando de una fabulosa chimenea para paliar los momentos de “fresquito”.
El rato fue muy agradable para compartir en un ambiente muy distendido, paseando bajo la lluvia por el jardín de la casa, visitando los animales de la casa…gallinas, perdices…y disfrutando de una fabulosa chimenea para paliar los momentos de “fresquito”.Al final de la tarde celebramos una eucaristía comunitaria, que tuvimos el placer de compartirla con Carmen y Ana (madre de David) y que su presencia le dio un matiz, aún más familiar.
La música cobró un especial protagonismo, invitando a la oración compartida y las lecturas del evangelio, que no tenían desperdicio, fueron interpretadas por nuestro querido Pablo ofreciendo claves importantísimas para cada uno y sobre todo para el momento actual de la comunidad.
Fue un día de conocerse más, quererse más, comprenderse más, abrir el corazón más….y el sentimiento global del día fue el de la GRATITUD. Por eso, la Comunidad de Granada da gracias al Señor por manifestarse en todas y cada una de las personas presentes y ausentes, por regalar su espíritu en cada gesto, en cada palabra, en cada canción…
Ana Isabel Hurtado Jiménez, CVX-Granada
La música cobró un especial protagonismo, invitando a la oración compartida y las lecturas del evangelio, que no tenían desperdicio, fueron interpretadas por nuestro querido Pablo ofreciendo claves importantísimas para cada uno y sobre todo para el momento actual de la comunidad.
Fue un día de conocerse más, quererse más, comprenderse más, abrir el corazón más….y el sentimiento global del día fue el de la GRATITUD. Por eso, la Comunidad de Granada da gracias al Señor por manifestarse en todas y cada una de las personas presentes y ausentes, por regalar su espíritu en cada gesto, en cada palabra, en cada canción…Ana Isabel Hurtado Jiménez, CVX-Granada