Consagrados ¿a qué y para qué?


Ayer celebramos el día de la Presentación del Señor, jornada dedicada a la vida consagrada. En la revista Vida Nueva han salido al encuentro de cuatro jóvenes, ejemplo elocuente de la nueva Vida Consagrada que, sin miedos ni complejos, se abre paso en España, con fidelidad creativa, con sobrada motivación y capacitación. Y lo han hecho para oír sus inquietudes, sondear sus esperanzas y levantar acta de lo que les mueve, eso que apenas pueden explicar y que algunos llaman “encuentro” y todos “regalo”.
Algunos tópicos dicen que los jóvenes no escuchan o no valoran la historia, pero descubrimos en la naturalidad de las respuestas que no es así. Las personas a las que hemos reunido en este ‘Encuentro Vida Nueva’ no son jóvenes con miedo; el frío social sólo les impulsa a abrigar más la esperanza, pero no renuncian a salir. Tienen sentido de familia y de pertenencia, pero en sus respuestas se vislumbra la necesidad de abrir los claustros y hacer misión con otros… Les faltan palabras, pero no las ganas. Saben que la vida comunitaria se labra con amor, pero tampoco hacen leña de los posibles pecados de una excesiva institucionalización… Son conscientes de que valoran la comunión, pero no siempre cuidan la comunidad.

Léelo aquí.