En la foto, grupo de los participantes en la Ampliada.
(en los carteles los nombres de los que faltaron para la foto: Bibi y Marme)
Dice el Evangelio que los novios de Caná se quedaron sin vino, y que Jesús, animado por María, empezó sus signos en aquella boda. Con esa sensación, de tender nuestras copas vacías al maestro para que Él las llene con su gracia, y ese vino sea el que aliente nuestro Espíritu en la misión.
Gracias a todos por tenernos presentes y orar juntos.