La familia empobrecida

Comunicado del movimiento cultural cristiano con motivo de la celebración del Dïa de la Familia.

Al celebrar a la familia pobre de Nazaret en la que se encarnó el Hijo de Dios no podemos olvidar que hoy la inmensa mayoría de las familias del mundo son empobrecidas. Hoy el 85% de las familias católicas del mundo son pobres y en muchos casos sufren persecución por la fe y esto ha sido una constante a lo largo de los siglos. Las familias cristianas han sido mayoritariamente pobres a lo largo de la historia y son ellas las que han creado la cultura donde tienen sus raíces las grandes aportaciones de Europa a la cultura de los pueblos.

- La democracia fue posible por la experiencia de las familias campesinas que crearon los primeros concejos, un auténtico ejemplo de protagonismo de la sociedad y autogestión política.

- La protección de los trabajadores, la seguridad social, la atención a los enfermos,… fue tomando forma organizada en la historia gracias al mutualismo, los sindicatos y otras instituciones creadas y sostenidas por la solidaridad de las familias proletarias, herederas de la ayuda mutua de los trabajadores en los gremios.

- En sus orígenes el Movimiento Obrero es hijo de la solidaridad y la entrega de padres y madres cristianos. Miles de escuelas, bibliotecas y periódicos vieron la luz con el trabajo y las aportaciones de las familias militantes que valoraban la cultura y la libertad antes que el materialismo de quienes les ofrecían limosnas humillantes.

- Millones de misioneros y misioneras han servido a los más pobres, y lo hacen hasta hoy, gracias a la educación en la entrega y el sacrificio cultivados en las familias cristianas.
Una cultura materialista como la que crea el capitalismo vigente; una cultura individualista con más de un 40% de hogares unipersonales en muchos países de Europa; una cultura relativista que niega a los débiles el derecho a vivir aprobando el aborto o la eutanasia, y que quiere redefinir desde el subjetivismo el concepto de matrimonio… no puede seguir sustentando la democracia y la solidaridad que nos legaron las generaciones anteriores. La Europa consumista actual no es capaz de tener hijos y para mantener su población recurre a los emigrantes de los países empobrecidos que previamente ha expoliado.

Hoy como ayer, la mayor parte de las familias son empobrecidas y en ellas está el futuro de la humanidad. Que son escuelas de solidaridad y sólo ellas aportan la vida y el trabajo como la única fuente de riqueza.