Comparto su preocupación en relación no sólo a este artículo en concreto -me he informado, créame, también de primerísima mano, de la situación de los CIES- sino, en general, al espíritu que anima la reforma de la Ley. Desde que la Ley pasó al Senado vengo trabajando con organizaciones como Cear, Cáritas, Red Acoge y otras con el fin de intentar que sus enmiendas lleguen al Grupo Socialista, facilitando a tal fin reuniones tanto en el mismo Senado como fuera de él. Desgraciadamente, las posibilidades de que tales enmiendas sean efectivamente consideradas son escasas. Así y todo, le garantizo que por mi parte sigo haciendo todo lo posible porque finalmente algunas de estas enmiendas puedan ser aceptadas.
Si finalmente el texto legal llegara al Pleno del Senado en su redacción actual, tenga por seguro que nada me va a impedir votar en conciencia, como ya lo hice, por cierto, con ocasión de la reciente reforma de la Ley de la Oficina Judicial y su disposición relativa a la denominada "jurisdicción universal".
Pero me permitirá también que yo le diga algo. Ocupo un escaño en el Senado de manera, créame, totalmente accidental: de no ser ciudadano vasco y vivir muy de cerca las enormes dificultades a las que se enfrenta el Partido Socialista de Euskadi para conformar sus listas electorales, no estaría aquí. Mi hábitat natural es la universidad y, sobre todo, la sociedad civil. Y creo que también esa universidad y esta sociedad civil está fallando, y cómo, a la hora de afrontar la cuestión de la inmigración. Espero que nuestra capacidad de crítica, imprescindible, sea también capaz de afrontar esta responsabilidad, sin agotarse en la exigencia -también imprescindible- a los políticos.
Reciba un afectuoso saludo.
Imanol Zubero
Imanol Zubero, senador socialista vasco, ha contestado con estas letras a nuestra carta.
Estimada Adelaida,