A toda la comunidad de CVX-E


Salamanca, 17 de septiembre de 2009

Queridos compañeros y amigos:

Ya ha pasado un tiempo desde nuestra Asamblea en Santiago y desde el envío que nos hicisteis al nuevo comité ejecutivo, pero aún resuena la fuerza de aquellos días intensos en los que el debate, la oración, el encuentro, los sueños… quedaron marcados por el compromiso y la hondura de unos delegados que se tomaron muy en serio el camino recorrido, su envío desde las comunidades locales y el horizonte hacia el que caminar juntos los próximos años.

¡Me siento tan orgulloso de mis compañeros de camino!¡Me veo tan poca cosa al lado vuestro! Y doy gracias a Dios por la vocación que nos une, por los proyectos que juntos soñamos y porque vamos caminando poco a poco en una buena dirección. Quizás unos vayamos más deprisa y otros lo hagamos más despacio pero vamos juntos y hacia el mismo sitio, apoyados en la confianza que Dios tiene en nosotros y apoyados unos en otros, como compañeros de comunidad que somos.

Seguro que a estas alturas, comenzando el curso, los delegados de nuestras comunidades y los comités locales andan pensando la mejor manera de transmitir la experiencia que CVX-España vivió en Santiago, de ahondar en el proceso que vivimos juntos (desde uno y otro lado de nuestro blog), de hacer personales y propias las orientaciones de nuestro documento final… En definitiva de hacer nuestra la Asamblea y vivirla como si presente me hallare… No dudéis en “exprimir” a los delegados para que transmitan todo lo vivido y no dudéis en sentiros como si la Asamblea tuvo lugar sólo para cada uno de vosotros

Uno de los grandes dones que todos hemos recibido estos años es la certeza de que la Comunidad (así, sin apellidos) es de todos y que todos debemos compartir la responsabilidad de la misión. Cada uno en su sitio, cada uno con sus dones -¡y son tantos!-, cada uno con sus compañeros más cercanos pero teniendo siempre presentes a todos, cada uno con su especial sensibilidad por uno u otro asunto… En ese sentido, me siento con mucha confianza para pediros que dejéis al corazón y la mente soñar en cómo poder hacer cercanas y visibles las recomendaciones y proyectos que nos sugiere el documento final de Santiago: Peregrinos como Ignacio, caminando como Cuerpo Apostólico. Todo es necesario y todos somos necesarios. Todos.

Miembros de un solo cuerpo, articular CVX como cuerpo para la misión y presencia pública son tres asuntos sugerentes, preciosos y comprometidos. Tenemos materia para trabajar, para ilusionarnos y para crecer.

También el nuevo comité se aplica el cuento. Con el documento de Santiago, las recomendaciones que se aprobaron y priorizaron, con el temblor de los novatos (aún llevo la “L” blanca y verde de recién nombrado presidente que me colgasteis en la Asamblea) y la experiencia de los veteranos nos reuniremos en Madrid este fin de semana, con un orden del día centrado en elaborar un programa de gobierno que traduzca el envío desde Santiago en un plan de trabajo al servicio de toda la Comunidad. Quiera Dios que, al menos, estorbemos poco.

Y ahora, quiero terminar proponiéndoos un icono: el mismo fin de semana que se reúne el comité estaba programada la acampada naranja en Ceuta, para aportar un grano de arena importante en mejorar el trato digno y la acogida a los emigrantes que llegan a nuestro país. En esa iniciativa, CVX-España tiene un papel, que concreta una de nuestras prioridades de servicio, compromiso y denuncia, y que camina de la mano de uno de nuestros equipos apostólicos. Qué curiosa casualidad…

La acampada se ha suspendido por motivos que hemos conocido muy tarde, pero no se ha cancelado nuestro compromiso con los más necesitados de pan, de justicia, de sentido y de dignidad. Migrantes, jóvenes, familias, compromiso social y cultural… Me gustaría que en vuestra oración por la reunión del nuevo comité, y por su trabajo que se inicia ahora tuvierais presente ese icono: el trabajo de la comunidad siempre al lado de los destinatarios de nuestra misión, que son la razón por la que queremos caminar y hacerlo mejor. Como dice la motivación de una de las recomendaciones “el sufrimiento de muchas personas y colectivos es real e intolerable y reclama con urgencia nuestra contribución para aliviarlo, por humilde que sea”. Este es un empeño que late en el fondo de nuestra vocación, de nuestra organización como Cuerpo y de la acciones que vamos emprendiendo, y quiera Dios que sepamos hacerlo con seriedad y alegría. Y todos juntos.

Que Dios nos bendiga a todos; que bendiga nuestros proyectos y nuestros sueños,;que bendiga nuestra pequeñez y nuestras limitaciones; que bendiga nuestras diferencias en un sentir y caminar común, que bendiga nuestros trabajos y nuestro empeños en casa y con los nuestros… Que nos haga esperar un inicio de etapa como lo que somos: compañeros y compañeras llamados personalmente por El para, como comunidad, ser testigos de la Buena Vida a quienes más lo necesitan y lo esperan.

Un abrazo enorme y un besote para cada uno de vosotros.

Vuestro,

Alfonso Salgado, cvx

Presidente CVX_España