SANTIAGO´09: ORACIÓN 6 de agosto


De vez en cuando ayuda dar un paso atrás y ver a lo lejos.
El Reino no está sólo más allá de nuestros esfuerzos,
está más allá de nuestra visión.
Llevamos a cabo en nuestra vida sólo una pequeña fracción
de la empresa magnífica que es el trabajo de Dios.
Nada de lo que hacemos está completo, es una forma de decir
que el Reino siempre está más allá de nosotros.
Ninguna declaración dice todo lo que podría ser dicho.
Ninguna oración expresa completamente nuestra fe.
Ninguna confesión trae perfección.
Ninguna visita pastoral trae plenitud.
Ningún programa logra la misión de la Iglesia.
Ningún conjunto de metas y objetivos incluye todo.
Esto es lo que somos.
Plantamos las semillas que un día crecerán.
Regamos las semillas ya plantadas,
sabiendo que guardan promesas futuras.
Colocamos fundamentos que necesitarán desarrollo.
Proveemos levadura que produce más allá de nuestras capacidades.
No podemos hacer todo, y hay un sentido de liberación
al darse cuenta de ello.
Esto nos permite hacer algo, y hacerlo muy bien.
Puede estar incompleto, pero es un paso en el camino,
una oportunidad para que la gracia del Señor entre y haga el resto.
Quizá nunca veamos los resultados finales, pero esa es la diferencia
entre el maestro constructor y el obrero.
Somos obreros, no maestros constructores; ministros, no Mesías.
Somos profetas de un futuro que no es nuestro.
Arzobispo Óscar Romero