El proyecto de reforma de la Ley de Extranjería no le gusta nada a la Iglesia. Colectivos eclesiales se plantean la desobediencia civil si la propuesta sale adelante, ya que, según recoge la revista semanal 'Vida Nueva', seguirán atendiendo a los inmigrantes sin papeles ‘aunque el Gobierno quiera prohibirlo por ley’
El artículo 53 del documento sanciona con falta grave y multa de 501 a 10.000 euros "a quien promueva la permanencia irregular en España de un Extranjero". "Se considera que se promueve la permanencia irregular cuando el extranjero dependa económicamente del infractor y se prolongue la estancia autorizada más allá del plazo legalmente previsto", señala.La publicación religiosa recoge una entrevista al obispo de Sigüenza-Guadalajara y presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones, monseñor José Sánchez, que criticó "la hipocresía de las políticas de extranjería, porque se basan en defender los intereses de los países europeos"."Cuando las cosas van bien en nuestra economía, a los inmigrantes se les usa para engordar las arcas de la Seguridad Social y Hacienda, y cuando las cosas se ponen feas, todo son sanciones y castigos. Se levanta la mano cuando los necesitamos y se aprieta el zapato cuando nos sobran", señaló.Asimismo, apuntó que las leyes que regulan la inmigración debería ser "los derechos y dignidad de la personas" y añadió que "las legislaciones que no respetan esos principios son muy imperfectas y, algunas, malas".
José Sánchez González, presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones
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