Identidad y pertenencias


SÄID EL KADAOUI MOUSSAOUI

"No me gustaría ser agorero y me encantaría equivocarme, pero temo que suceda con las personas originarias del Magreb algo parecido a lo que ocurre con los gitanos: acabar viviendo en una situación de exclusión permanente. Me preocupa especialmente la situación de los hijos de estas personas, algunas de ellas venidas a edades muy tempranas y otras nacidas aquí.

La identidad de las personas está formada por diferentes pertenencias (religión, origen, idioma, etc). En el caso de estos hijos, una de ellas (el origen) es constantemente denigrado y otra (su condición de ciudadanos europeos) les es negada. Así pues, la lógica de la exclusión actúa y produce replegamientos identitarios que empobrecen sus vidas y generan desconfianza en el resto de la sociedad.
Decía Amin Maalouf en su ensayo Identidades asesinas que la identidad de una persona no es una yuxtaposición de pertenencias autónomas sino un dibujo sobre una piel tirante. Basta con tocar una de las pertenencias para que vibre la persona entera. En el caso de estas personas, sus dos grandes pertenencias están tocadas.
El espectáculo atroz de las vallas en las fronteras, las muertes en el mar Mediterráneo, el discurso fiscalizador de la migración y, sobre todo, la reducción hasta la caricatura de las culturas y de la religión de sus padres, los hiere profundamente. Por otra parte se les marca con la etiqueta de inmigrantes de segunda generación favoreciendo su identificación perpetua con un origen que, en muchas ocasiones, no conocen en profundidad y dificultándoles que se sientan europeos.

Corremos el riesgo, pues, de vivir en un país y en un continente formados por una mayoría que cree ser la dueña de la casa y por diferentes minorías cerradas en guetos (físicos y mentales) que construyen su identidad por antagonismo a los valores de esta mayoría."

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