Equipos Apostólicos de CVX-Málaga: una herramienta para el DEAE de la Comunidad


“TE PIDO SEÑOR QUE DEJE DE BUSCARME A MÍ PARA ENCONTRAR AL OTRO Y EN EL OTRO SER ALCANZADO POR DIOS”

Esta ha sido la petición que hemos realizado los miembros de la Comunidad de CVX Málaga a lo largo de este curso 2008-2009 en nuestro deseo de retomar el proceso del Proyecto Apostólico Comunitario y crear los Equipos Apostólicos.
Nuestra Comunidad vivió a lo largo de los años 2002 y 2003 un proceso orado y compartido de elaboración de un Proyecto Apostólico Comunitario, conforme a los pasos que nos sugirieron desde la Comunidad Nacional.
Con este espíritu marcamos dos campos de misión: jóvenes y migraciones, pero no fuimos capaces de encontrar el “modo de proceder” más adecuado para concretarlos en acciones compartidas y/o sentidas por la Comunidad.



A lo largo de este curso 2008-2009, a partir de la transformación de la estructura de nuestro Comité Local (ahora contamos con un Presidente, un Agente Apostólico y un Secretario/Tesorero) retomamos la reflexión sobre los campos de misión de nuestra Comunidad con el objetivo de buscar los puntos de encuentro y las posibles sinergias ya existentes, de manera que realmente pudiéramos construir un Cuerpo unida en la Misión.
Se elaboró una encuesta, que todos los miembros cumplimentaron, y en la que se pidió un detalle mayor sobre los servicios apostólicos y los campos en los que cada uno desarrollaba su misión. El Comité Local propuso celebrar una primera reunión de Equipos Apostólicos en el mes de marzo, pero ampliando a cuatro los campos de misión: 1) jóvenes, 2) migraciones/ compromiso sociopolítico, 3) oración/EEEE/ acompañamiento y 4) familia.
Tras un trabajo personal previo, el resultado de las reuniones de cada Equipo fue diverso, pero muy rico y, sobre todo, esperanzador. En todos se destacó que esta herramienta puede ser clave en la Comunidad para dar el paso hacia el Cuerpo Apostólico que se lanza a proclamar el mensaje de Jesús, no sólo el Cuerpo de Discípulos que le acompañan. Comprobamos que en los Equipos podemos compartir con más profundidad y asiduidad nuestros servicios y nuestros envíos, buscando entre todos la forma de ser más efectivos en ellos y, sobre todo, apoyándonos unos a otros desde la misma realidad. Al fin y al cabo, los dos últimos pasos del DEAE que tantas veces en Comunidad hemos destacado como los más difíciles y los menos puestos en práctica: el acompañamiento y la evaluación.
Nos queda por delante un camino largo y muy bonito que recorrer, en el que poco a poco iremos viendo cómo confluyen los distintos campos de misión en proyectos comunes en los que todos los miembros de Cuerpo encontrarán su función.
A todos nos mueve un mismo principio y un mismo fin: “alabar, hacer reverencia y servir a Dios Nuestro Señor” por eso nos sentimos llamados a ser Apóstoles. El reto es ahora que este “modo de proceder” que son los Equipos Apostólicos, y esa función de acompañamiento y evaluación de los servicios apostólicos que pueden realizar, se integren en nuestro día a día de la Comunidad, recordando lo que nos decía Jesús: "Lo que hagáis con uno de estos necesitados, conmigo lo hacéis” (Mt.25, 31-46).
Por Marme García Peña,
Agente Apostólico CVX en Málaga