PERO... ¿QUÉ DIJO el PAPA sobre el SIDA y los PRESERVATIVOS?

Una se pregunta qué diría realmente el Papa en ese vuelo con los periodistas hacia África. Porque sé de cómo surgen esas conversaciones, de cómo se pregunta siempre lo mismo y sobre los mismos temas (da la sensación de que los católicos estamos un poco obsesionados con el tema sexual). Por eso, quiero recoger aquí las palabras que el periodista Juan Vicente Boo escribió ayer en Abc.
Si las palabras del Papa sobre el sida y los preservativos durante el vuelo hacia Camerún se sacan de contexto o se mutilan, no sólo pierden el sentido sino que dan pie a comentarios sin fundamento. Respondiendo a una pregunta formulada en términos negativos -«la postura de la Iglesia es considerada con frecuencia irrealista y poco eficaz»-, la respuesta del Papa fue: «Yo diría lo contrario. Me parece que la institución más eficaz, más presente en el frente de la lucha contra el sida es precisamente la Iglesia católica, con sus movimientos y con sus diversas entidades. Pienso en la comunidad de San Egidio, que hace tanto, visible y no visible, en la lucha contra el sida. Pienso en los religiosos Camilianos, en todas las religiosas que están al servicio de los enfermos...
Yo diría que el problema del sida no se puede resolver tan sólo con dinero, que es importante, pero si no hay un alma, si no hay gente que sepa cómo usarlo, el dinero sólo no ayuda.
Yo diría que no es posible resolver el problema del sida sólo con eslóganes publicitarios. Si no hay un alma, si los africanos no se ayudan entre ellos, no se puede resolver ese flagelo simplemente con la distribución de preservativos: al contrario, existe el riesgo de aumentar el problema. La solución sólo se logrará actuando en dos frentes. El primero es una humanización de la sexualidad, es decir, una renovación espiritual y humana que lleve consigo un nuevo modo de comportarse una persona con otra. En segundo lugar, una verdadera amistad, sobre todo con las personas enfermas: la disponibilidad, incluso con sacrificios y con renuncias personales, a estar con los enfermos. Estos son los factores que ayudan a progresos visibles».