Mohamed salió de su país, Costa de Marfil, en 2007 para mejorar su vida en Europa. Tenía el contacto de un amigo íntimo en Madrid y contaba con que podía quedarse con él. Después de atravesar varios países en coche, un cayuco le llevó de Senegal a las costas de Tenerife. Luego pasó 40 días detenido en un Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE) y al llegar a Madrid fue acogido de urgencia por la ONG La Calle. "Después, como tenía a mi amigo en Madrid, me emancipé de la asociación y me fui a su vivir a su casa", explica Mohamed. Pero un año más tarde, la crisis económica pudo con el amigo de Mohamed y éste se vio obligado a echar a su inquilino de la casa. "Mi amigo llegó un día y me dijo: Ya no puedes seguir viviendo conmigo, no tengo dinero para seguir ayudándote", afirma Mohamed, que de un día para otro se vio en la calle.